El reino de Hades.
Los infiernos aparecen con frecuencia en los mitos griegos, gobernados por el dios Hades, nombre que también se emplea para designar este reino como tal. Hades era hermano de Zeus y Poseidón pero por lo general se le excluía de la lista de los Olímpicos porque su reino era el polo opuesto del Olimpo celestial. En los infiernos se juzgaba el alma de los difuntos, quienes, en caso necesario, recibían su castigo en las oscuras regiones de Érebo o Tártaro; pero el inframundo también abarcaba las tierras de los muertos divinos, los Campos Eliseos o Islas de los Bienaventurados. Una tradición recogida por Homero sitúa el Hades en la región privada de sol allende el gran río Océano que rodea la tierra, pero a medida que los griegos fueron descubriendo el mundo surgió otra tradición que lo ubicaba en el centro de la tierra y lo conectaba con el reino de los vivos a través de cuevas insondables y ríos en parte subterráneos, como el Aqueronte (río de la aflicción), al norte de Grecia. Los otros cuatro ríos infernales eran el Estige (río del odio) que rodeaba los infiernos, el Lete (río del olvido), el Cocito (río de las lamentaciones) y el Piriflegetonte (río del fuego). Caronte, el barquero de los infiernos, llevaba las almas de los muertos por el Estige y, según otros mitos, también por los demás ríos.
Entre las diversas criaturas que pueblan los infiernos destacaré una en especial, Cerbero, el guardián del Infierno y el perro de Hades. Cerbero era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro. Cerbero era considerado un elemento permannete del Hades, poco podía causarle daño, a pesar de eso fue derrotado varias veces:
La última prueba de Heracles fue capturar a Cerbero. Según algunas versiones, Heracles pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero, a lo que éste accedió siempre que Heracles no hiciera daño al perro, aunque en otras versiones Heracles disparó una flecha a Hades. Tras esto, en algunas versiones Heracles luchó con el perro y lo arrastró fuera del Hades, pasando por la cueva Aquerusia, pero en otras Heracles trató con amabilidad al fiero perro por primera vez, y éste le acompañó afuera dócilmente.
Orfeo usó su música para calmarlo y dormirlo, en su incursión en el infierno para ira a rescatar a su amada Eurídice.
Hermes logró dormirlo usando agua del río Lete, cuando fue a rescatar a Perséfone.
Eneas lo adormeció usando tortas de miel con droga, cuando fue a hablar con su padre, Anquises
Y Psique también lo durmió del mismo modo que Eneas cuando accedió al infierno a buscar de un pedido que le había hecho Afrodita.