lunes, 27 de junio de 2011

Las diosas en duelo.


Isis y su hermana Neftis, cónyuge de Set, vigilaban el cuerpo de su hermano Osiris en forma de gavilanes. Era costumbre, que en los funerales, dos mujeres desempeñasen el papel de Isis y Neftis y se lamentaran ante el cadáver momificado.

Neftis amaba a Osiris, y según una tradición tardía, el dios Anubis era hijo de ambos. Las dos diosas lloraron la muerte de Osiris y rogaron que su espíritu regresase. Según cierto relato, Isis declara: "Te llamaré mientras tenga vista, clamaré a los cielos. No vienes a mí, tu hermana, a la que amaste sobre la tierra".

lunes, 13 de junio de 2011

Isis

La viuda fiel.

Isis, consorte de Osiris, desempeñó un papel importante en la mitología egipcia desde época temprana. Rescató el cuerpo de su esposo y se sirvió de sus poderes mágicos para reavivarle durante el tiempo suficiente para concebir un hijo: se transformó en gavilán y agitando el aire con sus alas le insufló el aliento vital. Según otra versión del mito, Isis quedó preñada de un fuego divino.

Al saber que estaba embarazada, Isis corrió a las marismas del delta del Nilo para ocultarse de su hermano Set, que sin duda intentaría causarle algun daño o incluso martar al niño. Dio a luz un niño divino, Horus, en la localidad de Chemis, cerca de Buto, y allí lo crió, protegida por varias deidades, como Selket, la diosa escorpión, y esperó hasta que Horus tuvo edad para vengar a su padre.

El culto fue traspasando las fronteras de Egipto en el transcurso del tiempo. A finales del siglo I o principio de II d. C, el griego Plutarco escribió una versión del mito de Isis y Osiris según la cual Osiris era un rey de Egipto que recorrió el mundo enseñando a la humanidad la agricultura y las artes. Set sentía celos de su hermano y conspiró con sus seguidores para destronarlo. Mandó construir un hermoso cofre con las medidas de Osiris y en el transcurso de una fiesta anunció que se lo regalaría a quien encajase exactamente en su interior, Osiris se tendió dentro y comprobó que encajaba prefectamente; Set y los demás conspiradores clavaron la tapa y lo sellaron con plomo fundido. A continuación, arrojaron el ataúd al Nilo, que siguió por el Mediterraneo y fue a parar al Líbano. Isis lo recuperó y lo llevó a Egipto y sólo lo dejó cuando fue a ver a Horus a Buto. Una noche, mientras Isis estaba ausente, Set fue a cazar al delta y encontró el ataúd. Lo abrió, dividió el cuerpo de Osiris en catorce pedazos y los desperdigó por todo Egipto. Isis enterró cada trozo en el mismo sitio en que lo encontró, pero no pudo encontrar el pene, porque se lo había comido un pez, razón fundamental por la que, según Plutarco, los sacerdotes egipcios no comían pescado.

sábado, 11 de junio de 2011

Osiris

El defensor del orden.


Osiris fue el primere rey y su hermana Isis su consorte. Se le rendía culto como dios de la agricultura y enseñó a la humanidad los secretos del cultivo y la civilización. Su reino estaba amenazado por la fuerzas del caos, en las que militaba su hermano Set. Según uno de los mitos, en la creación surgieron las disensiones cuando Set salió bruscamente del vientre materno.



La muerte del buen dios Osiris constituye uno de los acontecimientos más importantes de la mitología egipcia, pero su historia raras veces se recogió en detalle. Se mencionan dos etapas en este episodio su asesinato y su desmembramiento. Los primeros relatos se limitaban a decir que Set arrojó a Osiris al río Nedyet, lugar mítico que en algunos casos se identifica con una parte de Abidos, el recinto sagrado en el que se celebraban los misterios de Osiris. Según versiones posteriores, Osiris se ahogó en el Nilo y se considera su asesino a Set, que adoptó la forma de cocodrilo o hipopótamo para atacar a su hermano inocente, si bien según cierta versión se transforma en toro y pisoteó a Osiris hasta que el dios murió. Más adelante, el dios Horus le cortó la pata con la que lo había pisoteado y la arrojó hacia el cielo, donde pasó a formar parte de la constelación de la Osa Mayor. Según otra tradición, Set se convirtió en un pequeño insecto, quizás un mosquito y picó a Osiris mortalmente en un pie.


Isis inició la busqueda de su marido y evitó que se degradase su cadaver valiéndose de sus poderes mágicos. Llamó al dios chacal Anubis, que embalsamó y vendó el cuerpo del dios, la primera momia. Según versiones posteriores del mito, Set encontró el divino cuerpo de Osiris, lo hizo pedazos y enterró en diversos lugares de Egipto: la cabeza en Abidos, el corazón en Atribis, una pierna en la isla de Biga, y así sucesivamente. El desmembramiento de Osiris se comparaba con la siega y la trilla anuales del trigo y la cebada. Se creían que el dios renacía cuando crecían las nuevas simientes.

martes, 7 de junio de 2011

Ra y el castigo de la humanidad.


En un texto de uno de los sepulcros dorados de la tumba de Tutankamón, que aparece asimismo en los muros de enterramientos reales de época posterior, se habla de una época en la que Ra, dios del sol creador, vivía en la tierra como soberano de dioses y hombres.

Cuando el dios del sol empezó a envejecer, los seres humanos decidieron conspirar contra él. Al verlo, Ra llamó a su divino ojo, bajo la forma de la diosa Hathor, así como a Shu, Tefnut, Geb, Nut y los ocho dioses primordiales de la Ogdoada. Ra pidió consejo a Nut, el mayor de los ocho dioses, sobre lo que debía hacer con los rebeldes. Nun y los demás dioses le aconsejaron que enviara a su ojo divino a destruir la humanidad. Ra accedió, y la diosa del ojo cambió la forma de Hathor por la de Sekhmet, la leona rugiente, que mató a varias personas y caminó por entre su sangre.

Ra decidió salvar al resto de la humanidad. Con el fin de distraer a Sekhmet de su orgía asesina, ordenó al sumo sacerdote de su templo en Heliópolis que hiciera 7.000 jarras de cerveza y la tiñera de rojo. Cuando lo hubo hecho, vertieron la cerveza en el suelo para que pareciera un lago de sangre. La diosa del ojo vió el lago y su reflejo en él. Bebió la cerveza y se emborrachó de tal modo que olvidó matar al resto de la humanidad. Abandonó la forma de la fiera Sekhmet, y se transformó de nuevo en la hermosa Hathor, pero, aunque la humanidad se libró de las iras de la leona, surgieron la peste y la muerte.

Ra estaba tan triste que anhelaba poner fin a la creación y regresar al abismo acuoso. Nun ordenó a Shu y a Nut que le ayudaran a proteger al dios del sol. La diosa del cielo se convirtió en vaca y llevó a Ra al firmamento, donde el dios creo las estrellas y los campos del paraíso. Nut se tambaleó al estar tan arriba, pero Shu y los ocho dioses Heh la sujetaron.

Todos los días, el dios del sol atravesaba el cielo y cada noche entraba en los infiernos. Al hacerlo, la oscuridad de la noche aterrorizaba a la humanidad, y Ra decidió crear la luna para que iluminarse el cielo durante su ausencia y nombró su delegado a Thot, dios de la luna. Ra advirtió al dios de la tierra, Geb, sobre los poderes mágicos de las serpientes del caos y eligió a Osiris para que reinara sobre la humanidad.

"Los egipcios creían que este cosmos no duraría eternamente. Llegaría un momento en el que el creador se sentiría tan triste que él y toda su obra se disolverían en el caos y entonces volvería a comenzar el cíclo de la creación."

lunes, 6 de junio de 2011

La Eneada.


Los nueve dioses de Heliópolis.

En el relato egipcio de la creación que ofrece más detalles aparecen las deidades conocidas como los nueve dioses de Heliópolis, la Eneada (del térmio griego enea, nueve). El primero es Atón-Ra, que cobró vida en el montículo de tierra primordial y plantó la multiplicidad de la creación en su corazón. Hizo la primera división entre lo masculino y lo femenino al poner su semen en la boca y escupir a Shu, dios del aire, y a Tefnut, diosa de la humedad. Ambos esploraron el oscuro Nut y se perdieron, pero Atón-Ra envió en su busca a su ojo divdivino, poderosa potencia cosiderada hija del dios del sol. La diosa regresó con Shu y Tefnut, y los primeros seres humanos surgieron de las lágrimas que derramó Atón-Ra al reunirse con sus hijos.

De la unión sexual de Shu y Tefnut nacieron Geb, dios de la tierra, y Nut, diosa del cielo, quienes se fundieron en tan estrecho abrazo que no quedó espacio para que existiera nada entre ellos. Geb dejó embarazada a Nut, pero la diosa no pudo dar a luz a sus hijos hasta que Shu, el padre de ambos, los separó. Con la ayuda de ocho seres conocidos como dioses Heh, Shu sostuvo a la diosa del cielo por encima de la tierra y así dejó suficiente espacio para los seres vivos y para el aire que necesitaban respirar. Los egipcios creían que existía otro cielo bajo la tierra.

Las aguas primordiales seguían rodeando el cosmos formado por tierra y cielo. La diosa del cielo adoptaba en una ocasiones la forma de una mujer desnuda arqueada sobre la tierra y en otras la de una vaca modelada con estrellas. Se decía que todas las noches se tragaba al sol y a veces se le acusaba de querer tragarse también a sus hijos, y en estos casos se representaba a Nut como una cerda, animal que se caracteriza por devorar a sus crías.

Los hijos de Nut eran dos pares de gemelos, Osiris e Isis y Set y Neftis. Osiris e Isis se enamoraron en el vientre materno, pero Neftis odiaba a su hermano Set. Por ser el hijo mayor de Geb y Nut, Osiris estaba destinado a gobernar Egipto.

domingo, 5 de junio de 2011

Creadores divinos.


Los egipcios tenían cuatro divinidades creadoras principalmente: Amón-Ra, Atón, Khnum y Path, y en cada una de ellas se centraba un culto importante.

Amón-Ra. Miembro de la Ogdoada, se le adoraba como dios de la fertilidad en Tebas, Alto Egipto. En el II milenio se convirtió en el dios nacional y su nombre se fusionó con el de la suprema deidad solar, Ra, dando lugar a Amón-Ra, el poder oculto que hacía a los dioses. Amón en forma de serpiente fue el primer ser de las aguas primordiales, que fertilizó el huevo cósmico formado por los demás miembros de la Ogdoada. Según otro mito, Amón, en forma de ganso, puso el huevo cósmico del que surgió la vida.

Atón. Deidad creadora adorada en Heliópolis que surgió del caos primordial en forma de serpiente, pero normalmente se mostraba en forma humana. Como Atón-Ra representaba el sol vespertino que tenía que regresar al vientre de Nut para renovarse todas las noches. Al igual que otras deidades creadoras, Atón representaba una totalidad que contenía lo masculino y lo femenino. Según un mito primitivo, como Atón se sentía solo en la tierra primordial, coge su falo con la mano y produce semen, del que surge la primera pareja divina, Shu y Tefnut.

Khnum. El principal centro de culto a Khnum se encontraba en la isla meridional de Elefantina. Se creía que controlaba la crecida anual del Nilo y que encarnaba el poder vivificador de la inundación. Su animal sagrado era el carnero, símbolo de la virilidad, y normalmente aparecía representado como un hombre con la cabeza de ese animal. En su templo de Esna se describe como "padre de padres y madre de madres". Modelaba a los dioses, a las personas y a los animales con barro en su torno de alfarero y les insuflaba vida.

Ptah. Adorado en Menfis, Ptah era el dios de las artes y daba forma a los dioses y los reyes con metales preciosos. Potencia intelectual oculta tras la creación, hizo a los demás dioses pensando en ellos y pronunciando sus nombres en voz alta.

jueves, 2 de junio de 2011

La Ogdoada.

En el antiguo Egipto, las fuerzas del caos podían personificarse en ocho divinidades, la Ogdoada.

La Ogdoada estaba formada por cuatro parejas, cada una de las cuales simbolizaba un aspecto del estado primigenio. Nun y Naunet eran el dios y la diosa de las aguas primordiales, Kek y Keker las deidades de la oscuridad, Amón y Amaunet encarnaban un poder invisible y Heb y Heber lo ilimitado. A veces se incluían otras parejas en la Ogdoada, pero el número total de deidades era siempre ocho, que se imaginaban en forma de serpientes y ranas, seres del limo primigenio. En otros casos, aparecen como mandriles saludando el primer nacimiento del sol.

Los egipcios veneraban la Ogdoada principalmente en un lugar llamado Khemenu ("Octaba Ciudad") y los griegos en Hermópolis, emplazamiento de la "Isla de Fuego", donde nació el sol la primera vez. La Ogdoada se unió para formar el huevo cósmico, en el que se incubó el dios del sol. Se dice que una parte de la cáscara del huevo cósmico está enterrada en el templo de Hermópolis.

miércoles, 1 de junio de 2011

Los primeros dioses.


El orden que surge del caos.

Antes de la aparición de los dioses sólo existía un oscuro abismo acuoso, el Nun, cuyas caóticas energías contenían la forma potencial de todos los seres vivos. El espíritu del creador estaba presente en estas aguas primigenias, pero no había un lugar en el que pudiera cobrar vida. La gran serpiente Apep o Apofis encarnaba las fuerzas destructivas del caos.

El acontecimiento que señaló el inicio de los tiempos fue la emergencia de la primera tierra, que salió de las aguas del Nun y proporcionó un soporte a la primera deidad. En algunos casos, adoptaba la forma de un ave, una garza o un aguzanieves, que se posaba sobre el montículo de tierra primordial. Según otra version de la creación, el loto primordial surge de las aguas y al abrirse deja al descubierto a un dios niño. La primera deidad estaba dotada de varias potencias divinas, como Hu ("Palabra Autorizada"), Sia ("Percepción") y Heka ("Magia"). Valiéndose de estas potencias transformó el caos en orden, orden divino personificado por la diosa Maat, hija del dios sol. El término Maat significa asimismo justicia, verdad y armonía. El orden divino corría constante peligro de disolverse en el caos del que había nacido.

La primera deidad tomó conciencia de su soledad y creó a dioses y hombres a su imagen y semejanza, y un mundo para que lo poblaran. Según el mito, los dioses proceden del sudor del dios sol y los seres humanos de sus lágrimas. Por lo general, el poder creativo se vincula con el sol, pero existen varias deidades a las que se considera creadores. En el templo del dios del sol en Heliópolis, el ave Benu era la primera deidad. Representada en forma de garza, la radiante ave era una manifestación del dios creador del sol y llevó la luz a la oscuridad del caos. Cuando se posó en la tierra primordial, emitió un grito, el primer sonido.