miércoles, 27 de julio de 2011

Horus y Set.


LUCHA POR EL TRONO DE OSIRIS.



El enfrentamiento entre Horus y Set, en ocasiones violento, constituye un elemento fundamental de la mitología egipcia. En las primeras versiones de este mito, Set y Horus aparecen como hermanos, pero más adelante los consideran tio y sobrino. Tras la muerte de su hermano Osiris, padre de Horus , Set se apoderó del trono y Horus se presentó ante un tribunal divino presidido por Geb o Ra para reclamar la sucesión. Shu y Thot declararón que era Horus, no Set, quien tenía derecho a reinar. El dios del sol se enfadó porque no le había pedido su opinión y se negó a aceptar la sentencia. Uno de los dioses lo insultó y el dios del sol se retiró a su tienda, todo mohino. Mas tarde, de mejor humor, les dijo a Set y a Horus que defendieran sus reclamaciones por sí mismos. Set aseguró que merecía ser rey porque sólo el poseía la fuerza suficiente para defender la barca del sol. Varios miembros de la Eneada le apoyarón, pero Isis les convenció de que cambiaran de idea.


Set se negó a proseguir el juicio en presencia de Isis y el dios del sol accedió a que el consejo se reuniese en una isla. Se ordenó al barquero divino, Nemti, que no llevara a Isis, pero la diosa se disfrazó de anciana y sobornó a Nemti con un anillo de oro. Al llegar a la isla se transformó en una muchacha de gran belleza, para que Set la deseara, y le pidió ayuda: le contó que era la viuda de un vaquero y que un desconocido le había robado el ganado de su hijo. Set le respondió que era una verdadera injusticia que un muchacho se viera despojado de la herencia de su padre. Isis se convirtió inmediatamente en gavilán y voló hasta la copa de un árbol, desde la que le dijo a Set que se había condenado por sus propias palabras.


Set se quejó a la Eneada por este incidente y los nueve dioses le cortaron a Nemti los dedos de los pies como castigo. Set retó a Horus a una prueba de fortaleza, consistente en que ambos se transformaranpor turnos en hipopótamos e intentarán permanecer bajo el agua durante tres meses. Horus accedió, pero como Isis temía que perdiera su hijo, hizo un arpón de cobre y lo lanzó al agua. Primero golpeó a Horus por error y despues a Set que pidió clemencia. La diosa se apiadó de el y le dejó marchar. Encolerizado, Horus salió del agua, le cortó la cabeza a su madre y huyó con ella a las montañas del desierto. Isis se transformó en estatua de piedra para disfrazarse y regresó a la asamblea de los dioses, pero Thot la reconoció. El dios del sol ordenó que castigaran a Horus por lo que había hecho a su madre. Después Set lo encontró dormido y le sacó los ojos, pero la diosa Hathor le devolvió la vista al joven dios con la leche de una gacela.

Después de que Horus hubiera pedido justicia una vez más,los dioses escribieron una carta al difunto Osiris, que les respondió preguntándoles por qué se había privado a su hijo de su herencia y amenazó con enviar a los demonios de los infiernos al reino de las divinidades. El rey del sol accedió por fin a que Horus fuese rey, obligaron a Set a que aceptase la sentencia e Isis se regocijó al ver a su hijo coronado. El dios del sol llamó a Set para que viviera con él en el cielo y lo convirtió en el dios de las tormentas.

viernes, 1 de julio de 2011

Isis en el Líbano.


A rededor del año 100 Plutarco escribió una versión del mito de Isis y Osiris según la cual, al enterarse de que Set había traicionado y asesinado al rey, Isis buscó por todas partes el cuerpo de su esposo. Fue a Biblos, el Líbano, al oír el rumor de que tal vez se encontrase allí.

El ataúd llegó arrastrado por las aguas hasta Biblos y se quedó enganchado entre las raíces de un arbolito, que creció tanto y se hizo tan bonito que lo cortaron para colocarlo como columna en el palacio real de la ciudad. Isis fue al palacio y se sentó en un patio, llorando. Se ganó las simpatías de las camareras reales trenzándoles el pelo y rociándoles perfume en la piel, y la reina de Biblos designó a la diosa niñera de su hijo pequeño. Isis lo amamantó con un dedo en lugar de con el pecho, y se encariñó tanto con él que decidió concederle la vida eterna, para lo cual lo colocó sobre una hoguera que consumiría su mortalidad.

Mientras el príncipe yacía en la hoguera, Isis se transformó en golondrina y voló alrededor de la columna que había sido árbol. La reina de Biblos oyó sus lamentos y entró en la habitación, y al ver a su hijo quemándose gritó, con lo que el hechizo no llegó a completarse. Entonces Isis reveló su identidad y le pidió que cortasen la columna para ver su interior. Cuando el ataúd de Osiris quedó al descubierto Isis emitió tal gemido de dolor que causó la muerte del príncipe.