En la lista de reyes sumerios, Etana aparece como soberano de Kish, "un pastor que ascendió a los cielos". Los dioses le encomiendan la tarea de llevar a la humanidad las bendiciones de la monarquía: pero no tiene un hijo para continuar la dinastía (la misma situación de Keret en el mito ugarítico) y sabe que la única solución consiste en subir al cielo para que Istar, señora del nacimiento le de la planta de la vida. Aconsejado por Shamash, dios del sol, se procura la ayuda de un águila a la que rescata de una sima donde fue condenada el ave por haber traicionado a su amiga la serpiente, y el águila lleva a Etana sobre la espalda, en un vuelo espactacular.
En este punto termina el texto, pero como la lista de reyes sumerios consigna el nombre del hijo y heredero de Etana, seguramente coronó con éxito su busqueda de la planta del nacimiento