lunes, 24 de septiembre de 2012

Thor.

El dios del trueno
Deidad de la comunidad, guardián de quienes cultivaban la tierra y se reunían en asambleas locales, Thor era asimismo dios del cielo, semejante a Júpiter y Zeus, con su hacha-martillo como símbolo del rayo y el trueno. Rayos y truenos señalaban su tránsito por los cielos y ante él temblaban rocas y montañas. Existen numerosos relatos, tan humorísticos como crueles, sobre sus expediciones a Jötunheim, donde mató a los gigantes enemigos de los dioses. Era un personaje muy popular, representado como una figura enorme pero entrañable que no iba a caballo sino a pie y atravesaba vigorosamente los ríos o a veces conducía un carro tirado por dos machos cabríos, Tanngrishir y TanngnjóstrCélebre por su prodigioso apetito, era capaz de merendarse sus propias cabras, recoger sus huesos y devolverles la vida con el poder de su martillo.

Se cree que su barba pelirroja representa el rayo (tal vez por las líneas rojas del rayo cuando cae sobre un árbol), y también destaca por sus ojos fieros, su tremenda fuerza y una temible cólera. En las estelas conmemorativas el martillo aparece sujeto a una cuerda,  y en algunos casos lo arroja sobre el cráneo de sus enemigos.

En el antiguo poema, Þórsdrápa, se habla de la visita de Thor a los dominios del gigante Geirrøðr, incitado por el malicioso Loki. Thor tuvo que hacer acopio de toda su divina fuerza para cruzar un turbulento río y evitar morir aplastado por las dos hijas del gigante, Gjálp y Greip, a las que también mató. Otro mito narra el famoso duelo con el gigante Hrungnir, que había logrado entrar en Asgard. Le lanzó a Thor una piedra de amolar, y un fragmento se alojó en la cabeza del dios, pero abatió a su adversario con el martillo. Su peor enemigo era la Serpiente del Mundo, a la que en una ocasión alzó del lecho marino. El dios del cielo que vence al monstruo del caos en el momento de la creación, idea muy extendida, podría ser una forma más primitiva de este mito, pero en la versión de la época vikinga, Thor derrota a la serpiente en Ragnarok y después lo destruye el veneno del monstruo.

A Thor no le servía de nada su fuerza cuando le engañaban con artes mágicas. En un viaje al misterioso reino  de Utgard, el dios encontró a un gigante tan descomunal que pudo entrar en su guante como si se tratase de un salón. El gigante Skrýmir le dio un cuerno de cerveza para que lo vaciase, pues el mar lo llenaba continuamente, le puso a luchar con Age (Elli), que derrotaba a los más fuertes, y le retó a levantar del suelo un gato gris, que en realidad era la Serpiente del Mundo, Jörmundgande, todas ellas tareas irrealizables, pero Thor hizo alarde de tal fuerza que el gigante quedó atemorizado:el nivel del mar descendió con la bebida que consumió el dios y el mundo estuvo al borde de la destrucción cuando levantó una pata del gato (podría tratarse de otra versión del mito en el que Thor alza la Serpiente del Mundo de las profundidades del océano).

La madre de Thor era Fjörgyn, nombre aplicado a la tierra por los poetas, y poco se sabe de su esposa Sif, salvo que destacaba por su pelo dorado, que cortó en una ocasión el malvado Loki; pero el embustero se asustó tanto ante la ira de Thor que ordenó a los enanos los hijos de Ivaldi, Brok y Sindri que confeccionasen una cabellera de oro puro para Sif, Skidblandner. Este suceso tuvo importantes repercusiones para los dioses, pues continuó con la fabricación de algunos de sus tesoros más valiosos, como el martillo de Thor, Mjölnir, el anillo de Odín, Draupnir y el barco de Frey, Skíðblaðnir.

Thor tuvo con Sif dos hijos: Þrúð la mayor y Móði. Aunque también se le conoce otro hijo con la giganta Jarnsaxa, llamando Magni. Además el dios también tiene un hijastro llamado Ullr que es hijo de Sif, pero se desconoce el padre.