domingo, 3 de junio de 2012

El héroe del Ulster.

Cuentos de Cuchulainn.

En la guerra entre los hombres de Irlanda y los hombres del Ulster, se asigna a Ferghus la tarea de guiar al ejército de Connacht, pero debido a sus sentimientos hacia su propio pueblo acaba por extraviar al ejército, y por enviar mensajes de aviso al Ulster. A consecuencia de una antigua maldición que les habían impuesto por su brutalidad para con una mujer sobrenatural, Macha, los hombres del Ulster sufren una enfermedad que los debilita y que les sobreviene en momentos de peligro. Sólo Cuchulainn y su padre humano Swaltamh (su padre divino es el dios Lugh), están libres de la maldición, y parten para enfrentarse con el enemigo.

Cuchulainn mata a cien guerreros, y a continuación, con la aprobación de Medhbh, se enzarza en una larga serie de combates singulares en un vado, enfrentándose a un guerrero distinto cada día y derrotándolos a todos. Después, al defender su propio territorio, descubre que van a llevarse al Toro Castaño: mata al guerrero que encabeza la operación pero pierde el animal, circunstancia que le llena de consternación.

Lugh acude en ayuda de Cuchulainn y le cura las heridas mientras el guerrero permanece dormido durante tres días y tres noches. Entre tanto, los hombres del Ulster libran una batalla contra los guerreros de Medhbh y matan al triple de su propio contingente, pero caen 150 hombres.Cuando Cuchulainn despierta y se entera del desastre, mata a 13o personas, reyes, mujeres y niños incluidos, y se lanza de lleno a un frenesí vengativo.

Medhbh recurre a Fer Diadh, hermano de leche de Cuchulainn, para que se enfrente con él, y los dos hombres luchan durante tres días, sin que ninguno obtenga ventaja sobre el otro. Todas las noches, Cuchulainn le envía hierbas a Fer Diadh para curar sus heridas, y Fer Diadh le envía comida a Cuchulainn. Al cuarto día, Cuchulainn decide luchar en el vado en el que tantas victorias ha obtenido. Se enfrenta durante mucho tiempo, hasta que Cuchulainn la gae bolga, arma terrible que Scáthach, guerrera que antaño instruyera a los dos hermanos de leche, sólo le ha enseñado a utilizar a él. El arma penetra en el cuerpo como una flecha única, pero en la herida su fuerza se multiplica como si fueran veinticuatro fechas. Fer Diadh muere y Cuchulainn entona un canto fúnebre sobre su cadáver.

Swaltamh, padre de Cuchulainn, acude al lugar de la batalla, y su hijo, postrado por las heridas, le envía a alentar a los hombres del Ulster, reune a sus guerreros, y Ferghus y él luchan escudo con escudo. Ferghus descarga tres poderosos mandobles, de modo que el escudo mágico de Cuchulainn chilla. Al oír el grito, Cuchulainn se despierta con frenesí bélico. Ferghus, que ha prometido no enfrentarse jamás en combate a Cuchulainn, se retira con los hombres de Leinster y Munster, Cuchulainn arremete, vence a los últimos combatientes y cae sobre Medhbh, pero le perdona la vida por ser una mujer y permite al ejército que atraviese el Shannon para llegar a Connacht.

Medhbh ha enviado el Toro Castrado a Connacht, y al llegar allí, el animal emite tres potentes mugidos; el Toro de Cuernos Blancos los oye y corre a enfrentarse con él, mientras los guerreros supervivientes presencian la escena. La prodigiosa tauromaquia se prolonga hasta la noche y tiene lugar por toda Irlanda. A la mañana siguiente, se ve al toro con su rival vencido sobre los cuernos. Regresa al Ulster, esparciendo fragmento de la carne del Toro de Cuernos Blancos, y al llegar a la frontera de Cooley, su corazón se rompe y muere. Ailill y Medhbh hacen las paces con Cuchulainn y los hombres del Ulster y durante siete años no libran ninguna batalla y nadie muere.