Jasón y la búsqueda del Vellocino de Oro.
Jasón llevó a cabo sus mayores proezas en el transcurso del viaje a la Cólquide para obtener el Vellocino de Oro a petición de su tío el usurpador, Pelias. El Vellocino procedía de un mágico carnero volador que había enviado Hermes para ayudar a Frixo y Hele, hijos de otro tío de Jasón, el rey de Beocia, Atamante, cuando su madrastra, Ino, puso sus vidas en peligro. Escaparon a lomos del carnero, pero Hele se cayó y se ahogó en lo que a partir de entonces se llamaría Helesponto ("mar de Hele"), Frixo logró llegar a Cólquide, en el extremo más oriental del Mar Negro, donde sacrificó el carnero a Zeus y dio su piel al rey local, Eetes, que le había ofrecido hospitalidad. Desde aquel momento Eetes guardó al Vellocino bajo la vigilante mirada de un dragón insomne.
Para el viaje, Jasón ordenó que se construyera un barco, el Argo, que, según ciertas versiones fue el primer barco jamás construido. Se encargó la fabricación al carpintero Argo, que contó con la ayuda de Atenea o Hera, y le puso una rama del roble profético de Zeus en Dodona. Dotaron al navío de cincuenta remos, uno para cada miembro de la tripulación, los Argonautas, entre los que se contaban muchos de los héroes más célebres de la mitología griega, como Heracles. Una vez acabados los preparativos, Jasón y sus compañeros levaron anclas rumbo a la tierra del Vellocino de Oro.