
El mítico emperador Shun ordenó a Yu que hallase un medio para controlar las aguas de una gran inundación. Yu trabajó sin cesar durante trece años; sus manos se agrietaron con el esfuerzo, sus pies se cubrieron de callosidades y cojeaba lastimosamente. Tenía la piel negra por el sol y estaba delgado como una espátula.
Pero sus sufrimientos fueron al fin recompensados. Construyó canales artificiales para drenar el agua hasta el mar y, en reconocimiento a sus servicios, Shun abdicó en su favor y Yu fue el primer emperador de la dinastía Xia. Se dice que reinó desde 2205 hasta 2197 a. C. y aún puede verse su supuesta tumba cerca del actual Shaoxing en la provincia de Zhejiang.