En el Ramayana, (la otra gran epopeya en sánscrito compuesta en la misma época que el Mahabharata), Visvamitra le cuenta a Rama que Indra sedujo a Ahalya, esposa del gran sabio Gautama.
En una ermita, Gautama, en compañía de Ahalya, llevaba una vida de gran austeridad desde hacía muchos años. Al enterarse un día de la ausencia del sabio, Indra se vistió como el eremita y le dijo a Ahalya que quería acostarse con ella. La mujer reconoció a Indra el de los mil ojos con el atuendo de asceta, pero accedió a su petición movida por la curiosidad. Cuando se marchaba, Indra se encontró con Gautama, que volvía de bañarse, y encolerizado, el sabio le dijo:"Como has tomado mi forma y has cometido esa maldad, perderás los testículos" Y al instante, los testículos de Indra cayeron al suelo. Después, el sabio maldijo a su mujer: "Serás invisible en esta ermita, hasta que Rama, hijo de Dasharatha, venga a este bosque. Solo entonces, al darle hospitalidad, recobrarás tu forma en mi presencia".
Visvamitra continua diciendo que los dioses, sustituyeron los testículos de Indra por los de un carnero y después entraron en la ermita, donde Ahalya se apresuró a recibir a Rama y se libró de la maldición.