Según algunos expertos, tras el mito de Lono podría encontrarse la muerte del capitán Cook, navegante inglés y primer europeo que llegó a las islas de Hawai.
Cook arribó a las islas en noviembre de 1778, en el momento que debía comenzar el circuito de Lono, y rodeó Hawai siguiendo las dirección de las agujas del reloj. Los hawaianos pensaron que aquel año Lono se presentaba en persona y cuando Cook desembarcó en Kealakekua lo escoltaron hasta el templo principal del dios, Cook les siguió la corriente a sus anfitriones, que estaban empeñados en enseñarle ciertas respuestas rituales, ignorando que representaban las palabras de Lono y que con su aptitud confirmaba la creencia de que era un dios. Por si fuera poco, cuando Lono tenía que morir y dirigirse a Kahiki, Cook anunció su inminente partida. Pero poco después decidió regresar a Kealakekua para reparar uno de sus barcos. Cuando llegó, el 11 de febrero de 1779, descubrió que los hawaianos se sorprendían y después se enfadaban, supuestamente porque Lono estaba muerto, y cien jefes, deseosos de que su dios muriera como era debido, dieron muerte al falso Lono con las dagas de hierro que les había regalado unos meses antes.