martes, 4 de diciembre de 2012

El herrero celestial.

En numerosas mitologías africanas, un herrero celestial desempeña un papel crucial en la preparación del nuevo universo para la humanidad. Por lo general, desciende del cielo.

Según los fon de Benin, del África occidental, el hijo mayor de Mawu Lisa, divinidades creadoras gemelas, era Gu, el herrero celestial. Lo trajo a la tierra, Lisa, el varón, el la forma de una espada de hierro ceremonial  que empuñaba Lisa. Después, Gu recibió el encargo de hacer habitable la tierra para la humanidad, tarea que nunca ha abandonado. Gu enseñó a la gente a trabajar el hierro y a fabricar herramientas para obtener alimento, cubrir su cuerpo y construir refugios.

Amma, dios creador del pueblo dogon, hizo el primer espíritu herrero con la placenta de un Nommo, pero como este espíritu no tenía fuego, robó un trozo de sol a los gemelos celestiales Nommo y bajo del cielo en un arca celeste. Otros mitos del Sahara cuentan que el primer herrero fabricó una azada con el cráneo de un antílope celestial, Bintu, y después bajo a la tierra para enseñar la agricultura a la raza humana, recién creada.