martes, 18 de septiembre de 2012

Ragnarok.

Tras liberarse de sus ataduras, Loki dirigió a los gigantes en la última gran batalla contra los dioses, Ragnarok. Los gigantes, que codiciaban los tesoros de los dioses y a la diosas Freyja, amenazaron con volver a implantar el caos y la esterilidad. Odín reclutó a los mayores héroes del Valhalla caídos en combate para que apoyasen a los dioses y Tor mantuvo alejados de Asgard a los gigantes con su martillo hasta Ragnarok.

En un poema titulado Völuspá (La profecía de la Vidente), fechado h. 1000, se describe la creación y destrucción del mundo, como un visión. En Ragnarok, los hijos de Múspell, de la región del fuego, destruyen el puente Bifrost, mientras los gigantes llegan por mar con Loki como timonel. Los monstruos se liberan y el lobo Fenrir devora a Odín. Tor mata a la Serpiente del Mundo, pero su veneno lo destruye. Surt, gigante de fuego, incendia la tierra; el cielo se desploma y el mar se traga la tierra. Pero aún no ha llegado el fin, porque la tierra vuelve a emerger, verde y hermosa, una pareja humana que se ha refugiado en el Árbol del Mundo repueblan, los cielos y la tierra y un sol nuevo y más brillante recorre el cielo.


Este cuadro de destrucción podría haberse inspirado en parte de la terribles erupciones que sufrió a comienzos de la Edad Media el volcán Hekla, de Islandia, pero sean cuales fueran los orígenes de la idea, los testimonios del arte y la literatura indican que Ragnarok ejerció una fuerte influencia sobre la imaginación de la época vikinga.