jueves, 1 de diciembre de 2011

Indra

Guerrero y rey de los dioses.

Indra fue la deidad más popular entre los poetas de la primera colección de himnos védicos y también la más conocida, el Rigveda. Se le invoca en una cuarta parte de los himnos- Es el dios que domina la región intermedia, la atmósfera y aparece con rasgos más antropomórficos que la mayoría de las divinidades. Tiene un cuerpo enorme y fuerte, brazos poderosos para empuñar sus armas, el pelo leonado, el vientre distendido por el embriagador soma y, por encima de todo, es el guerrero más destacado del panteón védico.

Jefe de los dioses, los dirige en su lucha contra los Asuras y en el se centran los mitos a los que se hace alusión en los himnos védicos. Nacido del Cielo y la Tierra (a los que separa para siempre) despliega su característica energía desde el principio. Los relatos sobre su nacimiento y sus hazañas juveniles hablan de su rivalidad con una deidad más misteriosa, Varuna, que debió ser jefe de los dioses y gradualmente dejó su lugar a Indra. Mientras que Varuna representaba los aspectos estáticos y jurídicos de la soberanía (simbolizadas en sus funciones del guardián del rta,  o el orden cómico), Indra representaba de una forma inmediata el poder sobre el que descansaba la jefatura. El principal mito sobre Indra cuenta su lucha contra la serpiente Vritra, pero también se enfrenta a muchas otra fuerzas hostiles y ayuda a los arios en sus batallas sobre la tierra. En algunos casos aparece como destructor de poderes hostiles en general, expulsando a los Asuras o fulminando a los rakshas (poderes maléficos menores) con su rayo. Al vencer a Vritra, Indra dotó de forma a lo informe, el caos, y activó el proceso de diferenciación y evolución. Al matar a la serpiente, separó a la tierra del agua, las regiones superiores de la inferiores, e hizo que saliera el sol en un acto de creación que se repite todas las mañanas, episodio que le hizo acreedor del título de vencedor de toda resistencia. Sin embargo, en una versión sacerdotal del mito de Vritra, Indra derroca a Vala con un himno o por otros medios rituales

Por su excesivo consumo de soma, bebida euforizante, Indra tiene mucho en común con el guerrero ario, pendenciero y bebedor, que lo convirtió en un héroe. Extraído de una planta cuyo nombre sigue siendo tema de combate, el soma constituía un elemento fundamental de los rituales de los sacrificios védicos. Después de beberlo el vientre de Indra es como un lago, se hincha hasta adquirir un tamaño portentoso y llena los dos mundos, el Cielo y la Tierra. Su zumo le confiere poderes para hacer salir el sol y para realizar sus grandes hazañas.

En los Vedas se aprecia una aceptación implícita cuando Indra vence a Vritra, pero en el hinduismo posterior se atribuye menos valor al papel del dios como parangón de la ética bélica. Se considera a Vritra un brahmán (matarle constituye un crimen nefasto) y, por tanto, Indra tiene que expiar su pecado, Mata a Namuci soslayando, los términos del pacto de no agresión que habían firmado, disimulado su rayo (vajra), o más bien transformándolo al envolverlo en espuma. A otra de sus víctimas, Trishiras ("Tricéfalo") se le considera hermanastro suyo. Sedujo a Ahalya, esposa del sabio Gautama, y éste le maldice. El asesinato de parientes, la violación de pactos y el adulterio se convierten en temas de los Puranas -Indra como pecador triple- y en consecuencia pierde su brillo, su fuerza y su belleza.

En el período clásico, Indra pasó a ser dios de la lluvia. En algunas versiones del mito del batir del océano, uno de los tesoros que brotan es Surabhi, la vaca de la abundancia, madre de todo el ganado común y corriente. En el Mahabharata se dice que un día fue a ver a Indra angustiada porque unos campesinos habían maltratado a un hijo suyo, un toro. Indra le preguntó por qué se preocupaba por un sólo hijo entre tantos millares, y como Surabhi insistía, Indra se puso a llover sobre el lugar de los hechos , con tal fuerza que tuvieron que dejar de arar. Así se vincula el dios guerrero con la agricultura y los rayos de Indra se convierten en guía de la lluvia, produciéndose otra domesticación de sus antiguos atributos marciales.