Setna Khaemuese e Imhotep.
Por lo general, los héroes humanos de los relatos egipcios no son gerreros, sino magos o maestros-sacerdotes, hombres que estudiaban los libros de magia que se guardaban en los templos. En un papiro fechado a mediados del II milenio a. C. aparecen varias narracionessobre sus hazañas mágicas: por ejemplo, un maestro-sacerdote dio vida a un cocodrilo de cera para que matara al amante de su mujer, y otro mago, un simple aldeano, domesticó un león y volvió a unir la cabeza con el cuerpo de un ganso decapitado.
El ciclo sobre el príncipe Setna Khaemuese, de época posterior, cuenta la rivalidad entre los sacerdotes.magos de Egipto y los hechiceros de Nubia. El auténtico Setna Khaemuese era hijo de Ramses II, y en calidad de sumo sacerdote de Path estudió y restauró varias pirámides y enterramientos de Giza, actividades que debieron granjearle fama de mago. Según este ciclo, un jefe nubio desafía al faraón a encontrar a un hombre capaz de leer una carta sin abrirla. Lo consigue Siosire, el joven hijo de Setna, y dice lo siguiente: "Hace mucho tiempo, el hechicero de un rey nubio dio vida a cuatro figuras de cera que secuestraron al monarca egipcio y le propinaron quinientos golpes antes de devolverlo a su palacio. La humillación fue vengada por un egipcio llamado Horus, hijo de Paneshe, que trató del mismo modo al rey nubio y después venció al hechicero nubio en un competición de magia y le desterró de Egipto durante 1.500 años." Una vez leida la carta, el jefe nubio declara que él es el hechicero, que ha regresado para vengarse y Siosire revela que él es Horus, hijo de Paneshe. El egipcio derrota al nubio y vuelve a los infiernos.