El descenso a los infiernos.
Inanna, o Istar en la versión acadia, es la diosa del amor sexual y la fertilidad, y también de la guerra, "la señora de las batallas". El mito más importante en el que aparece como figura central es el de su descenso a los infiernos.
No se da ninguna razón para el viaje de la diosa al inframundo, posiblemente se deba a que quiere extender su poder hasta allí. Antes de partir, ordena a su visir Ninshubu que vaya a ver a tres dioses distintos para pedirles ayuda en el caso de que no regrese. En los infiernos tiene que atravesar siete puertas, en cada uno de las cuales debe despojarse de una prenda de ropa y una joya, hasta quedarse desnuda y desprovista de todos lo poderes que estos objetos simbolizan. Se enfrenta a la diosa Ereshkigal, reina de los infiernosy hermana suya, e intenta apoderarse del trono, pero es condenada a muerte y cuelgan su cadáver en un gancho en la pared. Al sospechar que ha ocurrido una catástrofe, Ninshubu se presenta ante el dios Enki que, con la suciedad acumulada en sus uñas, crea dos seres asexuados y les entrega la Planta y el Agua de la Vida. Penetran en Istar y la reviven, pero sólo se permite salir a la diosa con la condición de que entregue a un sustituto. Abandona los infiernos acompañada por terribles demonios, y designa a su esposo Dumuzi para sustituirla.
El poema acaba con el discurso con el que se decreta que Dumuzi pase la mitad del año en los infiernos y su hermana Geshtinanna "señora de la vid" la otra mitad.