Diosas extranjeras.
A finales del II milenio a. C. se incorporaron varias diosas de Siria y Palestina al Panteón egipcio, entre las que destacan las siguientes:
Anat: Diosa guerrera, normalmente se la representaba con escudo, lanza y hacha. En Siria, era la hermana y amante de Baal, adorado en Egipto bajo la forma de Set. En la mitología egipcia, Anat era hija de Ra. Vestía como un guerrero varón, pero era así mismo una diosa-vaca.
Astarté: Otra diosa guerrera, cuyo equivalente en Mesopotamia era Istar. En Egipto, era hija del dios del sol o de Ptah. Aparecía como una mujer desnuda con armas y a veces se la representaba en forma de caballo.
Kudshu: Consorte de Min, Dios de la fertilidad egipcio, a veces se la presentaba en forma de Hathor. Aparecía como una mujer desnuda a lomos de un león, con serpientes y flores de loto.