Neith, Sekhmet y Bast.
En muchos casos, las diosas de la mitología egipcia inspiran más temor que las deidades masculinas y envían la guerra o la destrucción contra quienes las encolerizan. Entre ellas destaca Neith, la Gran Madre. cuyo centro de poder se encontraba en Sais. Se le asociaba con la guerra y la caza y su símbolo era un escudo con dos flechas cruzadas. También era una deidad creadora, que surgió del Nun para crear a dioses y hombres, y al escupir en aquel abismo acuoso, de su saliva nació Apep, la serpiente del caos. Era asimismo madre de Sobek, el dios-cocodrilo. En el enfrentamiento entre Horus y Set, los dioses escriben a Neithpara pedirle consejo y la diosa responde con la amenaza de provocar el derrumbamiento del cielo si no se aceptan sus recomendaciones.
Sekhmet "La poderosa" era una diosa-leona terrorífica. El dios del sol le ordenó que matara a una humanidad reelde y en ocasiones se sacrificaban a delincuentes en su honor. Las enfermedades contagiosas eran sus emisarias y sus sacerdotes actuaban como médicos.
Había otras diosas menos importantes, si bien con una influencia igualmente importante: Bast, por ejemplo, otra deidad felina, diosa del amor, el sexo y la fertilidad. Diosa-leona en sus orígenes, a partir del II milenio a.C.se le empezó a representar en forma de gata.