sábado, 31 de diciembre de 2011

China

Introducción.

La mitología China tiene casi cuatro milenios de antigüedad, si bien los textos hallados en el norte del país atestiguan la existencia de asentamientos humanos desde 3000 a. C., aproximadamente: los xia, pueblo tribal, dominaron gran parte de esta región  desde 2000 a. C. o antes hasta h. 1500 a. C. En principio, su animal totémico era la serpiente, que aparece en algunos de los mitos chinos más antiguos, y después el dragón, símbolo que ha perdurado en la mitología y la cultura de este país.

Los yin se enfrentaron a los xia y establecieron la dinastía Yin o Shang alrededor de 1500 a. C. Dominaron la técnica del bronce y su emblema era el "ave roja", símbolo del sur. Ofrecían sacrificios a numerosas divinidades, como el sol, la luna, las nubes, la tierra, las montañas, los ríos y los cuatro puntos cardinales, y la más importante era Shang Di, venerada como antepasada de la dinastía. Intentaban ponerse en contacto con espíritus leyendo las grietas de los "huesos oraculares" chamuscados y mediante otras prácticas chamanísticas, como cánticos, bailes y trances estáticos.

Con la siguiente dinastía, la Zhou, las familias adoptaron apellidos hereditarios y se extendió el culto a los antepasados, pero no desaparecieron las antiguas deidades y los dioses de la tierra, la lluvia y los ríos siguieron gozando del favor popular. Los monarcas Zhou preferían el culto a Tian "Cielo".

A punto de acabar la dinastía Zhou surjieron diversas filosofías políticas. El modo de vida establecido por Confucio (latinización de Kong Fuzi o "maestro Kong", 551-479 a. C.) se basaba en el ritual, el amor filial y la educación y el dominio de la vida china hasta la llegada del comunismos. La segunda gran escuela, la del taoísmo abogaba por un estado no intervencionista y por la vuelta a la sencillez rural y, por encima de todo, creía que la humanidad debía vivir en armonía con la naturaleza en lugar de tratar de someterla. El yin y el yang (los principios femenino y masculino) debían estar en equilibrio.

Entre los confucionistas existía una tendencia al agnosticismo respecto a los dioses y espíritus tradicionales; sin embargo, ante la aparición del budismo, el taoísmo adquirió un carácter más religioso y su propia mitología. Taoísmo, budismo, confucionismo y las creencias más antiguas convivieron en una atmósfera de respeto e influencia recíproca y esta coexistencia pacífica explica la larga herencia cultural de la mitología china.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Las anteriores vidas de Buda.

La perfección del Buda sólo puede lograrse tras una larga serie de vidas, en el transcurso de las cuales el Bodhisattava se prepara para la existencia final, cultivando las cualidades morales necesarias, la más importante de las cuales es dar. Muchas narraciones sobre las vidas del Buda son cuentos populares adaptados a tal fin. En una de ellas, Buda es una liebre en una existencia anterior y al darse cuenta un día de que no tiene comida para ofrecer a un posible huésped. decide ofrecer su propia carne. Para poner a prueba su resolución, Sakka (Indra) se presenta ante la liebre en forma de mendigo y ésta le invita a encender una hoguera y se dispone a arrojarse a las llamas. Sakka se lo impide y para conmemorar el acontecimiento dibuja una imagen de una liebre sobre la luna. En el siguiente cuento, el último y más largo del Jataka (relatos del nacimiento), libro de las escrituras de Theravada, el príncipe Vessantara es la última encarnación humana del Buda antes de nacer como Gautama (entre medias nace como dios, en el cielo Tushita)


Vessantara, hijo y heredero del rey Sanjaya, vivía en la capital con Maddi, su esposa, su hijo y su hija. Era de una extraordinaria generosidad. Tenía un elefante blanco mágico que siempre concedía la lluvia, pero un día se lo regaló a los emisarios de otro reino. Enfurecidos, los ciudadanos obligaron al rey a que le desterrase. Maddi decidió compartir su suerte y llevarse también a sus hijos. Vessantara se desprendió de todos sus bienes y emprendió un largo viaje con su familia hacia un valle los Himalayas, donde se establecieron. Un día llegó un viejo brahman llamado Jujaka, a quien su joven esposa no dejaba de molestar porque quería criados, a pedir los hijos de Vessantara, y éste se los dio. A la mañana siguiente, Sakka, temeroso de que también le diera a su esposa, se disfrazó de brahmán, le rogó a Vessantara que se la regalase y se la devolvió (como era un regalo, Vessantara ya no podía disponer de ella). Entre tanto, Jujaka y los niños llegaron a la corte de Sanjaya, donde el rey rescató a sus nietos y Jujaka murió de un atracón de comida. Arrepentido, Sanjaya fue con su séquito a la montaña e invitó a Vessantara y a Maddi a que regresaran. Toda la familia volvió a unirse y Vessantara fue rey.

jueves, 29 de diciembre de 2011

La vida de Buda.

Según numerosos relatos, la reina Mahamaya, madre de Buda, soñó que un Bodhisattava descendía hasta su vientre en forma de elefante blanco con un loto en la trompa, mientras toda la naturaleza manifestaba su jubilo.


Los brahmanes interpretaron este sueño como predicción del nacimiento de un hijo que sería un emperador universal o un Buda. Nació de forma milagrosa: su madre le dio a luz de pie, por un costado, agarrada a un árbol. Brahma y los demás dioses recibieron al niño, que dio siete pasos, y declararon que era su última encarnación.

Criado entre grandes lujos, Gautama fue protegido de todos los aspectos desagradables de la vida, se casó y tuvo un hijo, Rahuda ("traba"), un día, al circular en carro por la ciudad, descubrió los problemas de la vejez, la enfermedad y la muerte, así como la serenidad de un asceta vagabundo. Una noche escapó de los lazos de su familia y su posición e inició la búsqueda de la iluminación.

A los siete años de haber abandonado su casa, el Buda decidió quedarse sentado bajo un árbol (que más adelante se conocería como un árbol Bhodi, en la actual Bodh Yuga) hasta que resolviera el problema del sufrimiento. Los dioses se regocijaron en el cielo, y Mara, dios de la muerte y del deseo, empezó a tentarle con distracciones. Al cabo de cuarenta y nueve días, Gautama obtuvo la iluminación, transformándose en un Buda, y permaneció otras siete semanas sentado, meditando, mientras el rey serpiente le proporcionaba sombra con sus siete capuchas. Al principio no confiaba en encontrar a nadie capaz de comprender las verdades que había aprendido, pero cuando Brahma le instó a que predicara, Buda accedió a su petición. En el transcurso de su ministerio convirtió a casi toda su familia: para convertir a su madre ascendió al cielo de los treinta y tres dioses y Saka (Indra) y las demás deidades le escoltaron en su regreso a la tierra.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El Iluminado.

Como el budismo es una filosofía de salvación, en teoría no tiene ningún uso para la mitología, pero en la práctica, los budistas de todos los paises han acudido a las mitologías locales para rellenar su visión del mundo.  En la India, donde surgió esta religión, las ideas sobre Buda se convirtieron en los ropajes de la mitología hindú y los dioses hindúes pasaron a ser espectadores y actores secundarios del drama de Gautama en su busqueda del conocimiento, que terminó con su transformación en Buda, el Iluminado. Con la aparición del mahayana ("Gran vehículo") a principios de la era cristiana, los elementos mitológicos adquirieron mayor importancia y el culto a los Bodhisattvas constituyó la base de la floreciente mitología budista, si bien continuaron los antiguos motivos y narraciones. Al principio estos Bodhisattvas debieron de personalizar fundamentalmente los diferentes aspectos del carácter de Gautama, pero al cabo de poco tiempo desarrollaron una identidad muy real . Maitreya tipifica la maitri ("amabilidad"): la vida bajo él es el milenio budista, pero entre tanto abandona el cielo Tushita para visitar el mundo bajo diferentes formas con el fin de salvar y enseñar.

martes, 27 de diciembre de 2011

La cosmogonía jainista.

El universo jainista es un sistema mundial triple, generalmente representado como un hombre cósmico.


El infierno comprende siete regiones o niveles, habitados por distintos tipos de demonios. El mundo intermedio tiene en su núcleo el continente circular de Jambudvipa (como en la cosmogonía hindú de los Puranas), centrado en el monte Mandara (o Meru) y rodeado por el océano Salado. Fuera de él hay otros siete continentes y siete océanos que se alternan en círculos concéntricos. El mundo superior comienza en la cima del monte Mandara, tiene por lo general forma ahusada y ocho niveles sobre los cuales existen otras dos regiones habitadas por diversas clases de dioses. Más arriba, en la cumbre del sistema, la corona de la cabeza del hombre cósmico, se extiende la morada de los individuos liberados. A diferencia del concepto hindú de los cuatro Yugas o períodos de progresivo declive, en la teoría jainista de los períodos cósmicos cada "rueda del tiempo" o ciclo abarca dos niveles, una de ascenso y otra de descenso, cada una de ellas dividida en seis eras en las que las condiciones de vida mejoran o empeoran continuamente.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Mitología Jainista.

Una respuesta al hinduismo.

Tanto en su cosmogonía como en su "historia universal" (una completa visión de la historia del mundo), el Jainismo ha heredado muchos elementos del hinduismo, si bien los ha desarrollado de una forma específica, sobre todo, con una tendencia nacionalista que se combina con el gusto por los números desmesurados y las ideas complicadas que dan como resultado una multitud de nombres de deidades, detalles cosmográficos y períodos de tiempo extraordinariamente largos.

En el Jainismo, la historia universal se centra en sesenta y tres figuras denominadas Shalakapurushas, una serie de dirigentes espirituales y temporales distanciados por cada mitad de los ciclos de ascenso y descenso que continuamente atraviesa el universo.

Cada serie está compuesta por veinticuatro Tirthankaras o salvadores, doce emperadores universales y nueve tríadas de héroes, cada una de las cuales comprende un Baladeva, un Vasudeva y un Prativasudeva. Aunque hay constancia al menos de los nombres de algunos Shalakapurushas de las mitades anterior y próximas del ciclo, aquellos cuyos mitos se narran pertenecen a la mitad actual, de declive.

El modelo de las tríadas de héroes se basa en la mitología hindú de Krisna. El Baladeva es siempre el hermanastro mayor del Vasudeva y el Prativasudeva un adversario malvado, e incluso las representaciones iconográficas de los Baladevas y Vasudevas coinciden en gran medida con las representaciones de Balarama y Krisna. El Vasudeva, el guerrero más poderoso, tiende a ocupar el primer plano, al contrario que el Baladeva, mas bondadoso, pero debido al pecado que comete al luchar irá al infierno. No obstante, el Baladeva renuncia al mundo, se ordena sacerdote y obtiene la liberación

sábado, 24 de diciembre de 2011

El círculo familiar de Siva.

Siva, Parvati, Skanda y Ganesha.


Al domesticar al ascético Siva, Parvati le incita a la vida familiar. En los textos se mencionan numerosos detalles domesticos, como los juegos de su hijo Skanda con las calaveras que sirven de adorno a Siva o cuando confunde la media luna del padre con un capullo de loto. Algunos mitos hablan de las riñas entre Siva y Parvati, una de las cuales empieza juguetonamente: Parvati se acerca a Siva por detras y le tapa los ojos, pero con ello el mundo se sume en la oscuridad y Siva, furioso, se abre un tercer ojo en la frente. A veces pelean jugando a los dados, o Siva se burla de Parvati por su piel oscura y ella hace penitencia para obtener una piel dorada (según algunas versiones, Kali adquiere su piel oscura). En los mitos bengalíes, Siva aparece como aficionado al cannabis y Parvati como esposa gruñona pero resignada.

El nacimiento de Skanda suele vincularse al primer coito de sus padres, interrumpido por los dioses, que temen  que los hijos de ambas deidades posean demasiados poderes. Siva derrama su semen y aquella sustancia, tan caliente que nadie puede cogerla pasa de un dios a otro hasta que llega a Ganga, donde es incubada. Amamantado por las seis Krittikas. (Personificación de las Pléyades) Skanda vence al demonio Taraka y salva al mundo. Se convierte en jefe de los dioses y Parvati lo acepta como hijo: la primera vez que lo ve, fluye leche de sus pechos.

Parvati quiere un hijo propio que la proteja de los intrusos- Crea a Ganesha frotándose el cuerpo al bañarse y lo aposta a la puerta de su habitación. Cuando Siva intenta entrar, Ganesha se lo impide y Siva le corta la cabeza. Parvati le pide que le devuelva la vida y Siva le pone la primera que encuentra, la de un elefante.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Kali.

La tarea de Kali (la "oscura" o el "tiempo") consiste en destruir a los demonios que amenazan el orden cósmico, pero a veces se emborracha de tal modo con sangre de la batalla que se pone a destruir el mundo. Se la representa con frecuencia como una bruja demacrada, con un collar de calaveras o de cabezas cortadas, asidua de los campos de batalla o de los crematorios. En un mito, Kali se enfrenta con Chanda y Munda, jefes de los demonios, y mata al demonio Raktavija, el que se autoreproduce.


Kali era oscura y flaca, con colmillos prominentes, y llevaba un collar de cabezas humanas y una piel de tigre. Mató a los demonios entre rugidos. Después la llamó Durga para que la ayudase en la lucha contra el demonio Raktavija, que tenía el poder de producir copias de si mismo con cada gota de sangre que caía al suelo. Durga y las Matrikas ("madrecitas" normalmente siete) le infligieron varias heridas, pero no acabaron con él. Entonces apareció Kali, jubilosa, y derrotó al demonio: cogió su sangre antes de que cayera, le chupó el cuerpo hasta secárselo y se tragó a todos los pequeños Raktavijas.

Los Tungs (que cometían asesinatos rituales estrangulando) daban validez a sus prácticas con una variante de la historia de Raktavija. Cansada de tanto esfuerzo, Kali hizo dos hombres con el sudor de sus brazos, le dio a cada uno un cuadrado de tela y les dijo que siguieran matando a los demonios sin derramamiento de sangre. Al poco, habían estrangulado a todos, y Kali les dijo que guardaran las telas y continuaran ofreciéndole víctimas a modo de sacrificio.

El sacrificio de animales forma parte del culto a las diosas locales de toda la India, pero los más espectaculares están vinculados con Kali. En su templo de Kalighata se sacrifican cabras a diario, y según la tradición, en épocas pasadas se le ofrecían víctimas humanas.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Durga y el búfalo

En el principal mito de Durga, la diosa mata a Mahisha, el búfalo. Tras ser sometido por Durga los Devas piden ayuda a Siva y Visnú y la ira de ambos se une formando una diosa.


Los demonios se precipitaron hacia la diosa, que los mató a centenares: derribó a unos con su garrote, apresó a otros con el lazo, a otros rebanó con la espada, atravesó a otros con el tridente, mientras Mahisha, en forma de búfalo, sembraba el pánico entre sus filas. Despues atacó al león de Durga, y este se enfureció. Lo atrapó con el lazo, Mahisha abandonó la forma de búfalo y se transformó en león. Durga le cortó la cabeza, y Mahisha apareció como hombre, espada en mano. Cuando atravesó al hombre, éste se convirtió en elefante y agarró al león de Durga con la trompa, pero Durga se la cortó con la espada y Mahisha volvió a adoptar la forma de búfalo. Apartando con un leve movimiento las montañas que le arrojaba, Durga saltó sobre él, le sujetó el cuello con un pie y le atravesó con el tridente. A continuación le cortó la cabeza con su poderosa espada.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Devi

La diosa múltiple.


Bajo el nombre de Devi ("la diosa") o de Majadevi ("la gran diosa") se agrupan las diversas diosas individuales del panteón hindú clásico. En ocasiones se considera a esta diosa compuesta una deidad mayor y se la vincula con Siva (debido al papel de Parvati como esposa de Siva), de carácter benévolo, o es totalmente independiente, en cuyo caso suelen predominar los rasgos terribles. Parvati o Uma, esposa de Siva, es una reencarnación de la primera esposa del dios, Sati, tras haberse autoinmolado en la hoguera avergonzada por la exclusión de Siva del sacrificio de Daksha, su padre.De joven se somete a una vida sumamente austera con el fin de recobrar a Siva como esposo y se niega a dejarse desanimar por su conducta y costumbres groseras. por lo general, se retrasa su vida en común como algo idílico, Parvati domesticará a la deidad ascética y misántropa.

Durga ("difícil de abordar") es una diosa guerrera, inalcanzable para los pretendientes e invencible en el combate. Su principal tarea consiste en luchar contra los demonios que amenazan la estabilidad del mundo. En algunos casos se dice que brota de Visnú como el poder para dominar o como la potencia creativa de este dios; en otros, que surge de Parvati cuando ésta se enfada, y en otros que la creen todos los dioses masculinos que acumulan sus atributos y la consideran su defensora contra los demonios.

Aún más aterradora resulta Kali, que brota de la frente de Durga cuando ésta se encoleriza.

A otras diosas temibles (Candi, Camunda, Bhairavi y similares) se las considera en ocasiones individuos independientes y en otras se las identifica totalmente con Kali, mientras que hay diosas relacionadas con problemas más específicos, como Sitala (diosa de la viruela y, desde la erradicación de enfermedad, de diversas afecciones de la piel), Manasa, (diosa bengali de las serpientes) y, Hariti y Shashti (diosas del parto). Además están las diosas de las aldeas, a algunas de las cuales se rinde culto con los sacrificios animales abandonados hace tiempo en otra formas de hinduismo. Muchas de estas deidades se consideran independientes e incontrolables: los mitos sobre Kanyakumari (princesa doncella) gira en torno a la prohibición que pesaba sobre ella de casarse con Siva y al poder de su virginidad. En otros casos se piensa que están casadas con su aldea. A muchas de ellas se les ofrece el sacrificio de búfalos, reflejo del mito de Mahisha, el demonio-búfalo, a manos de Durga. En ocasiones domina e infligen enfermedades.

Se dice que Minakshi ("ojos de pez"), la diosa de Madurai, nació con tres pechos y que sus regios padres la criaron como a un niño. Sucede a su padre en el trono y somete al mundo entero. Un día llega al monte Kailasa y reta a Siva, pero cuando están juntos, asume de repente una modestia y un pudor femeninos  y pierde el tercer pecho. Esta imagen de la reina guerrera domesticada por Siva refleja los mitos de Parvati y su domesticación de Siva.

martes, 20 de diciembre de 2011

La interrupción del sacrificio de Daksha

El suegro de Siva, señor del ganado, era Daksha, un Prajapati (señor de los seres) que había brotado del dedo gordo del pie derecho de Brahma. En este relato, basado en el Mahabharata, se habla de un sacrificio de un caballo que había preparado Daksha según los ritos védicos. Sati, esposa de Siva, es la hija de Daksha.


Todos los dioses, encabezados por Indra. decidieron asistir a la ceremonia de Sita, la esposa de Siva, los vio montados en sus carros, que desprendían destellos de luz. "¿Por qué no vas tú también, oh ilustres?", le preguntó a Siva, y éste le respondió que los dioses pensaban que él no debía participar en ningún sacrificio. Sita replicó: "Señor, entre todos los seres, tu eres el superior, pero me avergüenza que te nieguen la participación en el sacrificio."

Picado por sus palabras, el señor del ganado reunió sus poderes del yoga, cogió su potente arco e irrumpió en el sacrificio con sus temibles sirvientes. Unos rugían, unos emitían terribles carcajadas, otros rociaban las llamas con sangre, otros arrancaban los postes del sacrificio y otros devoraron a los sacerdotes oficiantes. Después el animal del sacrificio se transformó en ciervo, pero Siva los persiguió con arco y flechas.

En pleno vuelo, la cólera de Siva destiló una gota de sudor de su frente y en el punto de la tierra en el que cayó la gota brotó una enorme hoguera de la que surgió un hombre rechoncho y peludo con brillantes ojos rojos y dientes monstruosos que redujo a cenizas al animal del sacrificio y obligó a los dioses a huir aterrorizados. Era la Enfermedad, que llevaba pesar y dolor allí donde iba, Hasta que Brahma le prometió a Siva que participaría en los sacrificios futuros y le rogó que moderase su ira y dominase el mal que había creado. En respuesta a las súplicas de Brahma y ante la perspectiva de participar en los sacrificios, Siva dividió la Enfermedad en múltiples formas. Así, cada ser tuvo su propio mal: los elefantes, dolor de cabeza; Los toros, dolor de pezuña; la tierra, salinidad; las vacas, cegueras; los caballos, tos; los pavos, la cresta partida; los cucos, enfermedad de los ojos; los loros, hipo; los tigres, cansancio, y la humanidad fiebre.

Según otra narración, el sacrificio acaba en una reyerta de la que los dioses salen por la nariz rota, las mandíbulas partidas y el pelo arrancado. Siva le corta la cabeza a Daksha y la arroja a la hoguera del sacrificio. Una vez apagada la cólera del dios, le pone a Daksha la cabeza de una cabra. Según otra versión, Brahma interviene después de que el fulgurante tridente de Siva haya atravesado el pecho de Visnú, protector de este mundo. Brahma finalmente convence a Siva de que propicie a Visnú, y tras su reconciliación el universo recobra la armonía.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Siva

Combinación de lo erótico y lo ascético.

En el trimurti, el trio sagrado, Siva aparece como el destructor. Sus orígenes se remontan al Rudra védico, el "aullador" o el "rubicundo", dios malévolo de la tormenta al que más adelante se llamaría siva ("favorable") con el fin de propiciarle. Entre las múltiples deidades indias, Siva es el vengador iracundo, así como el pastor de almas. Con una ambivalencia semejante, no sólo está vinculado con el yoga y el ascetismos (se sienta a meditar en el grandioso monte Kailasa), sino que presenta un acusado aspecto erótico.

La esposa de Siva aparece como Sati y Uma o como Parvati. En algunos casos, se empareja a Siva con la inaccesible Durga y con la tenebrosa diosa Kali. Se le suele presentar pálido o ceniciento, con el cuello azul, por haber tragado el veneno que se generó al batir el océano y que amenazaba con destruir la humanidad, ejemplo del Siva protector que también encontramos en el mito en el que impide la caída de Ganga, la diosa del río, cuando fue arrojada del cielo para limpiar el mundo. Entre otros atributos de Siva destacan un collar de calaveras, una guirnalda de serpientes, las guedejas del asceta, la media luna y el tercer ojo de la iluminación (y la destrucción).

domingo, 18 de diciembre de 2011

Radha y Krisna

Al crecer, las travesuras que hacía Krisna a las gopis de Brindaban se convirtieron en juegos amorosos.

En una ocasión, Krisna les robó la ropa mientras se bañaban en el río Yamuna y se negó a devolvérsela a menos que salieran desnudas, de una en una y con las manos alzadas, suplicantes. Al poco tiempo, todas las pastoras estaban enamoradas del encantador Krisna y, superando cuantos obstáculos se les presentaban, acudían a sus citas. Al sonido de su flauta, abandonaban sus casas y a sus maridos las noches de otoño, se veían con él en la selva a orillas del Yamuna y ejecutaban con él la danza del ras: cada una pensaba que era su única pareja y se extasiaba.

Antes de que acabara el baile, Krinsna se escapaba con una de ellas. Desconsoladas, las demás gopis seguían sus huellas y se reanudaba el baile. Radha era la favorita de Krisna y le robó el corazón desde niño. El apasionado amor de Radha por Krisna, en calidad de amante o esposa (las tradiciones no coinciden) y su nostalgia cuando se separaron son elementos fundamentales de la historia. Pero era un amor recíproco: Krisna la adoraba y estaba dispuesto a humillarse ante ella para hacer las paces. La morenezde Krisna (su nombre significa "oscuro") y la dorada belleza de Radha se complementan.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Krisna, el adorable.

El octavo avatar de Visnú.


Krisna aparece en el Mahabharata como compañero de los heroes, pero constituye el personaje central del complemento de este texto, el Harivamsha. Su historia se centra en el Vishnu Purana (del que he extraido el siguiente resumen) y en el Bhagavata Purana.


Existía la profecía de que el octavo hijo de Devaki mataría al rey Kansa y el rey la encarcela, pero su marido consigue sacar al niño de la prisión y lo cambia por el hijo recién nacido de Nanda y Yashoda, que crían al niño adoptado entre los vaqueros de Brindaban. Al caer en la cuenta del engaño, Kansa decreta una matanza, al estilo de Herodes, de todos los varones. Desde el momento de su nacimiento, Krisna demuestra habilidades portentosas: Le quita la vida mamando a la diablesa Putana, arranca de cuajo dos árboles con el mortero al que le sujetó Yashoda y mata a la serpiente Kaliya, todo ello junto a su hermanastro Balarama. Insta a su padrastro a que deje de adorar a Indra y, cuando Indra contraataca con un diluvio, Krisna alza la montaña local, del monte Govardhana, a modo de paraguas sobre los vaqueros y su ganado, tras lo cual Indra reconoce a Krisna como señor de las vacas. Krisna y Balarama juguetean con las jóvenes de la tribu (las gopi), que invariablemente se enamoran de Krisna.

Krisna mata al toro-demonio Arishta, al caballo-demonio Keshin y al campeón de lucha de Kansa antes de liquidar al malvado rey. Derrota en repetidas ocasiones a otro malvado monarca, el de Magadha, Jarasandha, suegro de Kansa y conduce a los Yadara, los miembros de su clan, desde Mathura hasta la nueva ciudad de Dvaraka. Se lleva como esposa a Rukmini y se caso con muchas otras mujeres. Rukmini da a luz a Ptadyumna, quien a su vez tiene un hijo Anirudha. El demonio Bana captura a Anirudha, que ama a la hija de aquél, y Krisna rescata a su nieto: la consiguiente batalla es tan espantosa que parece inminente la disolución del mundo, Pero Siva, aliado de Bana, reconoce a Krisna como dios supremo, idéntico a él, ante lo cual Krisna perdona a Bana y libera a su nieto. Como siguiendo los pasos del abuelo, otro nieto de Krina, Samba, se lleva a la hija de Duryodhana y es capturado por el padre y liberado por Balarama.

Unos chicos Yadava visten de mujer a Samba y le preguntan a unos sabios cómo será el hijo que tendrá. Ofendidos ante semejante conducta, los sabios lanzan una maldición sobre "ella": que dará a luz una mano de mortero que destruirá a los Yadavas. Reducen la mano de mortero a polvo y lo arrojan al mar, pero el polvo se convierte en cañas de las que se desprende un trocito puntiagudo que se traga un pez al que coge un cazador. Pasado el tiempo un buen día los Yadavas, Krisna y Balarama se emborrachan y acaban peleándose, recogen las cañas y se matan los unos a los otros. Balarama se sienta bajo un árbol para morir, mientras Krisna, también sentado, se sume en sus propias reflexiones. Se aproxima el cazador que había encontrado el trocito puntiagudo de caña y que había fijado a la punta de una flecha y la dispara, alcanzando a Krisna en la planta del pie (su único punto vulnerable) al confundirlo con un ciervo. Krisna muere y recupera su naturaleza divina.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Hanuman, el fiel ayudante.

Hanuman muestra una lealtad asombrosa a Rama desde el momento en que se conocen. Rama le confía su anillo a modo de señal para Sita cuando parten varios grupos de monos en su busca, y cuando las huestes de Hanuman se enteran de que Sita se encuentra en la isla de Lanka, Hanuman decide dar un extraordinario salto sobre el mar para llegar a ella. Una vez  en Lanka, le revela su identidad y le enseña el anillo de Rama y en lugar de regresar discretamente se dedica a una serie de ostentosos actos de destrucción y deja que el hijo de Ravana le aprese. Disuaden a Ravana de que no mate a Hanuman en el acto y se limita a prenderle fuego a la cola. pero hanuman la emplea como tea para completar la destrucción de Lanka. Cuando hieren a Rama y Lakshmana en combate, se dirige velozmente a los Himalayas para coger la montaña en la que crece una hierba curativa.


Hanuman no tenía lujuria. Su ira no era de la variedad comparable al fuego. Para buscar a Sita, Hanumán tuvo que entrar en la residencia de las mujeres en el palacio de Ravana para mirarles el rostro cuando estuviesen durmiendo, y comparar sus rasgos con la descripción que Rama había hecho de Sita. Él se sentía muy culpable de tener que pasar por esta terrible experiencia y hasta consideró la posibilidad de! suicidio porque estaría demasiado avergonzado para presentarse ante Rama después de esta experiencia. Pero, consolándose al saber que después de todo estaba obedeciendo una orden de Rama, regresó para continuar la búsqueda. Consideraba a cada una de las mujeres como su propia madre, así que buscó dónde estaba su madre, no dónde estaba Sita.


Con motivo de la coronación de Sr¡ Rama en Ayodhya, se les dio regalos a los ministros y visitantes distinguidos, y a los colaboradores y compañeros de Rama: Vibhishana, Sugriva, Jambavan, Nala, Nila,  A Hanuman no se le dio ninguno. Al observar esto, Sita, que era quien más se había beneficiado por su generosidad y heroísmo, su devoción y dedicación, se sintió dolorida.

Ella le comunicó sus sentimientos a Rama, que estaba a su lado en su trono. Rama le dijo que ella podía darle cualquier regalo que quisiese. Entonces ella se quitó su bello collar de perlas y lo colocó en manos de Hanumán. Inmediatamente, Hanumán separó las perlas y poniéndolas una a una entre sus dientes las mordió y las escupió con repugnancia. Sita se llenó de ira. Ella le susurró a Rama que Hanumán sólo podía ser un simple mono. Cuando le preguntaron a él, Hanumán dijo: "Sólo estaba tratando de examinar para ver si estas perlas tenían a Rama dentro; no pude encontrar a Rama en ninguna de ellas así que las tiré. Si una cosa no tiene a Rama en ella, para mí es algo sin valor, como una piedra".

martes, 13 de diciembre de 2011

Rama.

El avatar virtuoso.

Rama es actualmente una de las dos encarnaciones de Visnú más populares, a pesar de que su culto surgió más tarde que el de Krisna. Es el héroe del Ramayana (del que he extraído el siguiente resumen) y en el centro del texto, la historia de Rama presenta ciertas analogías con los mitos védicos de Indra: por ejemplo, recibe las armas mágicas de Indra, más adelante la ayuda del auriga de este dios y cuando mata a Valin  nos recuerda el solapado ataque de Indra contra Namuci. Su esposa, Sita, aparece en la literatura védica como el Surco deificado, la esposa de Indra.

Dasharatha, rey de Ayodhya que no tiene descendencia, realiza un sacrificio con el fin de se le conceda. A petición de los dioses, Visnú se encarna en los cuatro hijos que al fin tiene Dasharatha para matar a Ravana, el malvado rey de Lanka. De los cuatro, Rama y Bharata desempeñan los papeles principales, mientras los gemelos Lakshmana y Shatrughna se convierten en fieles compañeros de sus hermanastros. El sabio Visvamitra va a la corte para pedir ayuda a Rama en una misión contra los intrusos rakshas y, una vez coronada con éxito, lleva a Rama y Lakshmana a la corte del rey Janaka.

Aquí se nos habla del milagroso nacimiento de Sati y su adopción por Jakana, y del arco de Siva, que ningún hombre puede tensar. Rama no sólo lo tensa, sino que lo rompe y se casa con Sita.

Mas adelante, Dasharatha decide nombrar heredero a Rama, pero su madrastra se las ingenia para que lo suplante su hijo, Bharata, y para que los destierre a la selva durante catorce años. Rama prepara su partida sin protestar y se marcha en compañía de su esposa, Sita y de su hermano, Lakshmana. A pesar de la decisión de Rama de vivir ascéticamente, entra en escena su papel de guerrero al proteger a los indefensos sabios que habitan en las ermitas de la selva, Shurpanakha, la raksha femenina tan odiosa como adorable, traata de seducir a los hermanos y, furiosa por sus desdenes, ataca a Sita, tras lo cual Lakshmana la mutila en castigo. Shurpanakha se venga por mediación de su hermano, Ravana, rey de Lanka, a quien incita a que rapte a Sita, y Ravana disfrazado de mendigo, se lleva a Sita a Lanka.

Angustiados, Rama y Lakshmana se ponen a buscar a Sita y durante la búsqueda se encuentran con Hanuman, ministro de Sugriva, el rey de los monos exiliado. Sugriva obtiene la ayuda de Rama para expulsar a su hermano Valin, que había usurpado el trono, y Rama mata a éste. Tras múltiples peripecias Hanuman descubre dónde han llevado a Sita. (En el culto desarrollado de Rama, Hanuman constituye el modelo del servicio fiel a la deidad).

Mientras Rama y los simios súbditos de Sugriva se dirigen al sur, los rakshas se preparan para la guerra. El relato continua con una larga serie de combates que acaba con la muerte de los rakshas mas temibles a manos de Rama, Lakshmana y los jefes de los monos. Por último, sólo queda Ravana. Su duelo con Rama se prolonga pero cuando Rama recibe ayuda por mediación divina del carro y del auriga de Indra, también Ravana muere. Rama duda de la fidelidad de Sita y la rechaza fríamente, tras lo cual Sita se somete a la ordalía del fuego. Los dioses se aparecen a Rama y le revelan que en realidad es una encarnación de Visnú y el dios del fuego devuelve a Sita a su marido, sana, salva y exculpada. También Dasharatha se aparece a sus hijos, les bendice, y le dice a Rama que regresa a Ayoidhya  y reanude su reinado, pues ya han expirado los catorce años de exilio. Rama reina con justicia durante mil años.


lunes, 12 de diciembre de 2011

Los diez avatares.

Matsya, el pez, protege a Manu, el primer hombre, durante el gran diluvio. Manu rescata un pequeño pez de las fauces de otros mayores, lo cuida hasta que alcanza enormes proporciones y lo devuelve al océano. Después, el pez le avisa de la llegada del diluvio, le aconseja que construya un barco y lo llene con la semilla de todos los seres y lo remolca hasta un lugar seguro.

Kurma, la tortuga, lleva el monte Mandara sobre la espalda mientras se bate el océano.

Varaha, El jabalí, se manifiesta cuando la tierra concebida como una hermosa mujer, se hunde en el océano y la levanta con su cuerno.

Narasimha, el hombre-león, es la forma que adopta Visnú para matar al demonio Hiranyakashipu, al que Brahma concedió invulnerabilidad: no le pueden matar ni hombre ni dioses, ni con armas ni con objetos contundentes, ni de día ni de noche, ni dentro ni fuera de su casa. Cuando el demonio siembre el pánico en el universo, Visnú se transforma en un ser mitad hombre y mitad león y le destripa en la terraza de su casa, al crepúsculo.

Vamana, el enano, es la forma que adopta Visnú para salvar al mundo de Bali (otro demonio) y sus secuaces. De esta guisa pide a Bali que le conceda la tierra que pueda cubrir con tres pasos. Cuando Bali accede al deseo del enano, Visnú se transforma en gigante y recupera el mundo.

Parashurama es un Brahmán que mata con su hacha a Arjuna, que tiene cien brazos, aniquila a todos los guerreros tres veces siete veces y decapita a su madre por orden de su padre.

Rama y Krisna, séptimo y octavo avatares, son figuras fundamentales en la mitología hindú por derecho propio. Por eso les dedicaré una entrada a cada uno.

El Buda es el noveno avatar- Engaña a los pecadores para garantizar su castigo.

Kalki, décimo y futuro avatar, es una figura milenaria que inaugura una nueva era. Aparecerá como un guerrero a lomos de un caballo blanco, y en las creencias populares del sur de la India es él mismo un caballo.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Encarnaciones de Visnú.

Los avatares.

Varias figuras animales y humanas constituían ejemplos de la actividad benévola de Visnú sobre la tierra y se las identificaba con él como avatares o encarnaciones, que se presentan sucesivamente siempre que el  mundo se ve sometido a la amenaza del mal. su número se fijó en diez, pero con identidades flexibles. En un pasaje del Harivamsha (complemento del Mahabharata), por ejemplo, aparece el loto (que brota del ombligo de Visnú) en lugar del pez y la tortuga, así como Dattatreya (que otorga cien brazos a Arjuna Kartarirya), pero no el Buda.

La lista de los avatares de Visnú más generalizada es la que les ofreceré en la siguiente entrada. Representada en la miniatura del siglo XVIII (a la izquierda) Los avatares que rodean la representación de Visnú y Shri en el centro, sigue el orden de la lista (desde la hilera superior izquierda), salvo la sexta, con Rama y Sita (con Hanuman), la séptima, con Krisna tocando la flauta con Radha y la octava, con Parashurama.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Los tres pasos de Visnú.

En el himno de alabanza del Rigveda que les reproduzco, el poeta se centra en los tres pasos, en su primera forma símbolo de poder y la omnipresencia del dios, que atraviesa la tierra y el cielo y las regiones mas allá del conocimiento humano y alcanzara grandes dimensiones.


"Proclamaré las heroicas hazañas de Visnú, que distribuyó los reinos terrenales, que sustentó la morada superior, que cubrió gran distancia con sus tres pasos. Por sus heroicas hazañas alaban a Visnú, que deambula por las montañas libre como un animal salvaje, en cuyos tres grandes pasos habitan todos los seres. Que mi inspiración se dirija a Visnú, el toro que recorre grandes distancias y mora en las montañas, el que, solo, con tres pasos, cubrió esta larga morada cuyos tres pasos, siempre rebosantes de miel, se regocijan en su energía, el que, solo, ha sustentado tres veces la tierra, el cielo y todos los seres. Que pueda llegar  a su amando sendero, en el que se regocijan los hombres a los dioses entregados, pues allí, en el más elevado de los grandes pasos de Visnú, se halla la proximidad, una fuente de miel. Deseamos ir a tus moradas, donde vive el ganado incansable, de múltiples cuernos. Allí, el más elevado paso del toro que recorre grandes distancias irradia luz.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Visnú.

El protector del mundo.

En el Rigveda se alaba repetidamente a Visnú, el "de los grandes pasos", por haber dado tres pasos que difundieron y distribuyeron el cosmos, estableciendo así el universo habitable para los dioses y hombres. Es amigo y aliado de Indra, le ayuda en su lucha contra Vritra y extiende los espacios entre el cielo y la tierra. Es benévolo, y jamás se enemista con la humanidad y siempre esta dispuesto a cubrir de favores a sus fieles.

La omnipresencia de Visnú también queda patente en su identificación con la columna cósmica, el centro del universo que lleva hasta los cielos y los sustenta, la estaca a la que se ata a la víctima del sacrificio ritual védico. En la literatura védica posterior, las actividades de Visnú adoptan una forma más narrativa, como cuando se convierte en enano para arrebatar el mundo a un demonio, (hecho que narraré más adelante). Empieza a darse una expresión a su benevolencia y sus actividades que con el transcurso del tiempo llega al punto culminante con el concepto de avatar.

A la consorte de Visnú, Shri, diosa de la prosperidad y de la buena fortuna, conocida también como Lakshmi, se la reconoce con frecuencia como una de las cosas buenas que surgieron cuando se batió el océano: se siente atraída hacia Visnú, que vigila la operación, y el dios tiene derecho a la bella diosa en virtud del papel que desempeña-

En el período épico tardío se vincula constantemente a Shri con Visnú, pero varios mitos primitivos cuentan que Indra pierde, adquiere o recupera el privilegio de la presencia de Shri, asociada con la fertilidad. En un mito se dice que cuando Srhi se sentó junto a Indra, el dios empezó a emitir lluvia y los sembrados crecieron.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Brahma, el que concede privilegios.

El siguiente relato del Mahabharata es uno de los muchos que ilustran el papel de Brahma como la deidad que concede privilegios a los Asuras.

"Tres hermanos Daitya acometieron fuertes penitencias y Brahma les prometió ciertos privilegios. Le pidieron invulnerabilidad absoluta, pero el Gran Padre les dijo que no existía tal cosa. Entonces replicaron: "Permítenos establecer tres ciudades en la tierra y errar por el mundo hasta que, al cabo de mil años, volvamos a reunirnos, las tres ciudades formen una y el mejor de los dioses destruya las ciudades unidas con una sola flecha". Brahma accedió, y Maya, el gran Asura, construyó las ciudades: una de oro en el cielo, una de plata en el aire y una de hierro en la tierra. Los tres hermanos fundieron los tres mundos y gobernaron durante muchos años. Millones de demonios invadieron las ciudades y Maya les proporcionó cuanto quisieron con su magia. Los dioses se enfadaron ante tal laxitud moral y en el momento en que se unieron, Siva quemó la triple ciudad y a todos los Asuras y los arrojó al océano occidental.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Brahma.

El dios creador.

 Brahma, el creador y el que concede favores, aparece con frecuencia en la mitología de época posterior, por lo general con un papel subordinado al de los otros dos grandes dioses, Visnú y Siva, si bien en los primeros siglos de nuestra era debió ser el centro de un culto seguramente como deidad creadora. En varios pasajes de las epopeyas se atribuye a Rama, también llamado Pitamaha, el Gran Padre, varios mitos cosmogónicos que se asociarían con Prajapati en el período védico posterior, como la creación de una hermosa joven, hija suya, a partir de un propio cuerpo. Queda fascinado con la belleza de aquella mujer, que al caminar a su alrededor en gesto de respeto despierta en el dios el deseo de mirarla y aparece una serie de caras. De la unión de ambos nace Manu, el primer hombre.

Mientras medita, Brahma emite los elementos materiales del universo y los conceptos mediante los cuales los comprendemos. La duración del universo se cuenta según la duraciñon de la vida de Brahma, cien años, cada uno de ellos compuesto por 360 días que equivalen a 1000 años de los dioses, y cada día a un año humano. En cada día de Brahma se crea el universo y en cada noche se reabsorbe. Dentro de cada ciclo, desde la emanación hasta la disolución, se suceden cuatro eras, desde la mejor, la Krita Yuga, hasta la peor, la Kali Yuga. Por último, la actividad creativa se trivializó y se transformó en la capacidad de conceder ciertos privilegios a cualquiera que haga penitencia o lleva una vida ascética, independientemente de las consecuencias.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Indra seduce a Ahalya.

En el Ramayana, (la otra gran epopeya en sánscrito compuesta en la misma época que el Mahabharata), Visvamitra le cuenta a Rama que Indra sedujo a Ahalya, esposa del gran sabio Gautama.

En una ermita, Gautama, en compañía de Ahalya, llevaba una vida de gran austeridad desde hacía muchos años. Al enterarse un día de la ausencia del sabio, Indra se vistió como el eremita y le dijo a Ahalya que quería acostarse con ella. La mujer reconoció a Indra el de los mil ojos con el atuendo de asceta, pero accedió a su petición movida por la curiosidad. Cuando se marchaba, Indra se encontró con Gautama, que volvía de bañarse, y encolerizado, el sabio le dijo:"Como has tomado mi forma y has cometido esa maldad, perderás los testículos" Y al instante, los testículos de Indra cayeron al suelo. Después, el sabio maldijo a su mujer: "Serás invisible en esta ermita, hasta que Rama, hijo de Dasharatha, venga a este bosque. Solo entonces, al darle hospitalidad, recobrarás tu forma en mi presencia".

Visvamitra continua diciendo que los dioses, sustituyeron los testículos de Indra por los de un carnero y después entraron en la ermita, donde Ahalya se apresuró a recibir a Rama y se libró de la maldición.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La muerte de la serpiente Vritra.

En los himnos védicos se hace alusión a la muerte de Vritra, a manos de Indra, Les ofrezco una versión abreviada de un himno del Rigveda.

"Proclamaré las heroicas hazañas que en los comienzos realizó Indra, el que empuña el rayo. Mató a la serpiente, abrió un canal para las aguas y cortó las entrañas de las montañas. Como vacas mugientes, las aguas descendieron hasta el mar. Exultante en su virilidad como un toro, Indra tomó el soma y bebió el jugo de los cuencos de los árboles. El generoso cogió su rayo y su arma y mató al primer dragón. Y así, Indra, en aquel instante hiciste el sol, el cielo y el alba. Desde entonces no has encontrado rival digno de ti. Con su gran arma, Indra mató a Vritra, la que no tiene hombros. Como el tronco de un árbol con las ramas cercenadas, yace postrado el dragón en el suelo. Sobre él, como un junco tronchado, fluyeron las aguas para la humanidad, las aguas que Vritra había encerrado con su fuerza. Las aguas fluyen sobre el cadáver oculto de Vritra, porque el que halló en Indra un adversario demasiado poderoso se ha sumido en la larga oscuridad. Tú, oh dios valiente, tú ganaste el soma, tú liberaste los siete arroyos que ahora fluyen."

jueves, 1 de diciembre de 2011

Indra

Guerrero y rey de los dioses.

Indra fue la deidad más popular entre los poetas de la primera colección de himnos védicos y también la más conocida, el Rigveda. Se le invoca en una cuarta parte de los himnos- Es el dios que domina la región intermedia, la atmósfera y aparece con rasgos más antropomórficos que la mayoría de las divinidades. Tiene un cuerpo enorme y fuerte, brazos poderosos para empuñar sus armas, el pelo leonado, el vientre distendido por el embriagador soma y, por encima de todo, es el guerrero más destacado del panteón védico.

Jefe de los dioses, los dirige en su lucha contra los Asuras y en el se centran los mitos a los que se hace alusión en los himnos védicos. Nacido del Cielo y la Tierra (a los que separa para siempre) despliega su característica energía desde el principio. Los relatos sobre su nacimiento y sus hazañas juveniles hablan de su rivalidad con una deidad más misteriosa, Varuna, que debió ser jefe de los dioses y gradualmente dejó su lugar a Indra. Mientras que Varuna representaba los aspectos estáticos y jurídicos de la soberanía (simbolizadas en sus funciones del guardián del rta,  o el orden cómico), Indra representaba de una forma inmediata el poder sobre el que descansaba la jefatura. El principal mito sobre Indra cuenta su lucha contra la serpiente Vritra, pero también se enfrenta a muchas otra fuerzas hostiles y ayuda a los arios en sus batallas sobre la tierra. En algunos casos aparece como destructor de poderes hostiles en general, expulsando a los Asuras o fulminando a los rakshas (poderes maléficos menores) con su rayo. Al vencer a Vritra, Indra dotó de forma a lo informe, el caos, y activó el proceso de diferenciación y evolución. Al matar a la serpiente, separó a la tierra del agua, las regiones superiores de la inferiores, e hizo que saliera el sol en un acto de creación que se repite todas las mañanas, episodio que le hizo acreedor del título de vencedor de toda resistencia. Sin embargo, en una versión sacerdotal del mito de Vritra, Indra derroca a Vala con un himno o por otros medios rituales

Por su excesivo consumo de soma, bebida euforizante, Indra tiene mucho en común con el guerrero ario, pendenciero y bebedor, que lo convirtió en un héroe. Extraído de una planta cuyo nombre sigue siendo tema de combate, el soma constituía un elemento fundamental de los rituales de los sacrificios védicos. Después de beberlo el vientre de Indra es como un lago, se hincha hasta adquirir un tamaño portentoso y llena los dos mundos, el Cielo y la Tierra. Su zumo le confiere poderes para hacer salir el sol y para realizar sus grandes hazañas.

En los Vedas se aprecia una aceptación implícita cuando Indra vence a Vritra, pero en el hinduismo posterior se atribuye menos valor al papel del dios como parangón de la ética bélica. Se considera a Vritra un brahmán (matarle constituye un crimen nefasto) y, por tanto, Indra tiene que expiar su pecado, Mata a Namuci soslayando, los términos del pacto de no agresión que habían firmado, disimulado su rayo (vajra), o más bien transformándolo al envolverlo en espuma. A otra de sus víctimas, Trishiras ("Tricéfalo") se le considera hermanastro suyo. Sedujo a Ahalya, esposa del sabio Gautama, y éste le maldice. El asesinato de parientes, la violación de pactos y el adulterio se convierten en temas de los Puranas -Indra como pecador triple- y en consecuencia pierde su brillo, su fuerza y su belleza.

En el período clásico, Indra pasó a ser dios de la lluvia. En algunas versiones del mito del batir del océano, uno de los tesoros que brotan es Surabhi, la vaca de la abundancia, madre de todo el ganado común y corriente. En el Mahabharata se dice que un día fue a ver a Indra angustiada porque unos campesinos habían maltratado a un hijo suyo, un toro. Indra le preguntó por qué se preocupaba por un sólo hijo entre tantos millares, y como Surabhi insistía, Indra se puso a llover sobre el lugar de los hechos , con tal fuerza que tuvieron que dejar de arar. Así se vincula el dios guerrero con la agricultura y los rayos de Indra se convierten en guía de la lluvia, produciéndose otra domesticación de sus antiguos atributos marciales.